sábado, 28 de agosto de 2010

Simplemente natural.

Simplemente natural.

viernes, 19 de marzo de 2010

Tres veces.

Al principio,
te escondiste a mis ojos.
Mis palabras fueron vanas,
el rizado de tu pelo
eran nubes de amor en mi sueño,
la sonrisa que tus labios dibujaban
hicieron de mi vida
el carmín que les adornaba.
Entonces pude rozar tu boca,
y amarte en secreto.
Más te alejaste de mi sueño,
partiste...


Mi corazón lejos de olvidarte,
más quiso amarte.
Y el tiempo se hizo distancia,
y en esa distancia no tan lejana
volví a encontrar tu rostro sonriente,
lleno de luz,
fuiste una vez más
en mi vida, un alba;
esperanza al nuevo amanecer
que en mi rostro se dibujaba.
Desdicha fué mi vida
al caer la noche en mi.
Tu sonrisa se perdió,
con ella te llevaste el sol.


Cuántas veces dormí y desperté sin verte.
Cuántas veces mi sueño fué tu nombre.


Y un día, en que la primavera
derrotó a el invierno,
sobre mi cuaderno
apareció tu rostro,
el corazón recobró su fuerza...
El tuyo era el mismo,
no encontré en ti,
el cambio tan anhelado.
Y el brillo de tus cabellos,
y esa luz, que siempre fué tu sonrisa,
ocscurecierón
el nuevo amanecer de mi esperanza.
Tan inmenso fue mi sueño,
que toda tú, eres aún en mi
un dulce recuerdo.


Al final es que te amé tres veces.
Más tus tus oídos, tus ojos,
tus manos, tu corazón, toda tú,
se negaron a mis ruegos.
Dentro de mi, aún guardo tus besos,
esos besos por mi soñados.
Que distante se vuelve tu nombre
cuando viaja a través del viento,
y en mis oídos resuena el eco.
Que distante es el recuerdo,
si en el viento no existe el silencio,
escuchale atenta,
será él quien te diga,
que yo te amé tres veces. 

 rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados

viernes, 5 de marzo de 2010

Soy...

Yo digo:



Soy como la roca



a orillas del mar,



palabras amargas de agua salada



impactan mi rostro,



olas de fuerza inusitada



arremeten contra mi vida,



no me inmuto, sólo me sostengo.



Soy un muro, construido en vertical



caprichosamente a naturaleza,



nadie mis paredes logra escalar,



no existe escalera o cordel que sirva



para descubrir que hay detrás.



Más tengo vida,



y soy como la tortuga



de caparazón fuerte,



al mínimo ataque



se pierde en sus adentros,



se esconde, que nadie sepa su verdad,



sólo importa, el poder sobrevivir.







Pero, más allá de la roca,



está la playa, cubierta de arena blanca,



suave, relajante; donde la mar



calma su furia, y se refleja en suaves olas.



Detrás del muro,



Existe un jardín de flores.



todas llenas de colores,



perfumes que embriagan



e invaden el corazón,



ese que, aunque no le oyes



a tu oído grita:. ¡Te amo¡



Sin el caparazón,



Soy un ser indefenso, sensible,



al descubierto queda mi alma,



seres malvados pueden dañarla,



si en tus manos has de tomarla,



exclamaré. ¡Estoy a salvo¡
 
rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados

lunes, 25 de enero de 2010

El conejito enamorado

Existía un bosque en donde vivían toda clase de animales. Entre éstos había un conejito muy simpático, cuyo pasatiempo principal era el de mirar las flores que crecían en un claro del bosque. Contaban,los que le conocían, que él aseguraba platicaba con ellas, y de ellas solía enamorarse y soñaba todas las noches con ellas.

Cierto día el conejito paseaba por donde nunca había pasado, se encontro con una flor muy bella, algo que nunca había visto, llena de colores tal como el arcoiris, que ilumunaba el bosque en las teardes de verano. Sin pensarlo se enamoró de ella, amor a primera vista. Uno de sus pasatiempos del conejito era el de escribir versos, por las noches, acompañado de las estrellas, estos eran para las flores que el más admiraba y con quienes pasaba la mayor parte del día. Entonces pensó en escribir a aquella de la que se enamoró y a quien se acercó con mucha cautela,no quería ni tocarla, sólo aspiraba su aroma y admiraba la luz que reflejaba en sus pétalos, como si fuesen los mismos rayos del sol.
Después de algún tiempo, el conejito se decidió a hablarle, ya en conversación, la flor le dijo: yo nací en mayo...el conejito contestó: ah¡ cuando la primavera nos regala las mejores flores, los mejores aromas y grandes colores, como tú. La flor se apenó y ruborizó.
Con el paso del tiempo el conejito se olvidó de las demás flores para el sólo existiá una, sus poemas sólo tenían un nombre. decidido habló con la flor, con pena y miedo le confesó su amor, le recitaba "cómo poder decir que te quiero" y "me he enamorado de ti". La flor le dijo: yo no te puedo amar no somos iguales yo soy flor y tú un conejo, lo nuestro no puede ser.El conejito se fué muy triste a su casa, sus ojos lloraban, sus sollozos se escuchaban a lo largo y ancho del bosque, sólo la flor no los escuchaba. Los pájaros del bosque que eran la alegría de ese lugar, y amigos del conejito le aconsejaron dejara de llorar y se le olvidara de la flor que pronto encontraría a quien amar, sin embargo el conejito cuando escribía lo hacía pensando en su flor.
Pasado un largo tiempo, el conejito busco a la flor, en mayo, fecha en que ella nació, la dejó como regalo los poemas que a ella había escrito, una vez que ella terminó de leerlos le dijo al conejito enfadada que no la buscara más y de esta forma es que el conejito de este amor desistió.
El conejito fué a su casa, recogió sus cosas sin despedirse se marcho en buscar de otro bosque, lejos de esa flor. Viajó hasta llegar a un lugar rodeado de verdes montañas, y en la parte más baja lleno de manantiales
llenos de vida, ahí encontró el amor de su vida, y aunque aún se acuerda de aquella flor, hoy sus versos sólo son para quien sí le entregó su amor.



rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados

Correspondencias

DEL ORTO: EL SILENCIO

DEL SILENCIO: TU VOZ
DE TU VOZ: UN ASTRO
DEL ASTRO: SU LUZ
DE LA LUZ: UNA ROSA
DE LA ROSA: SU AROMA
DEL AROMA: UN PANAL
DEL PANAL: LA MIEL
DE LA MIEL: UN MAR
DEL MAR: LA INMENSIDAD
DE LA INMENSIDAD: UN AVE
DEL AVE: LA LIBERTAD
DE LA LIBERTAD: EL CIELO
DEL CIELO: UN AMANECER
DEL AMANECER: EL ROCIO
DEL ROCIO: LA TERNURA
DE LA TERNURA: UNA VIDA
DE LA VIDA: UN BESO
DEL BESO: EL AMOR
DEL AMOR: TU RECUERDO HOY
DEL HOY: MI DOLOR
DEL MI DOLOR: SOLAMENTE TU

rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados

lunes, 18 de enero de 2010

Te vi ahí...

Te vi ahí sentada,
Triste, lejana e inalcanzable.
Yo, en mis pasos
caminando lento
recordando el brillo
de tus ojos
estrellas que iluminaron mis noches;
te llamé en silencio,
mudo, el corazón de ti
y a causa de ti calló,
y esos días en que te amé
huyeron,
los versos que a ti escribí
marcaron la razón del silencio.

Te vi sentada,
junto a mí.
Ayer, tu sonrisa
dibujaba mariposas,
y en el cairel de tus cabellos
mis dedos, ángeles que en ellos
se columpiaban
a la par del viento...

Te vi ahí,
yo también me vi,
ya no estabas,
huiste en los días,
ayer,
sol y luna brillantes
hoy sólo eres humo en mi rostro,
luna amarga,
que llena mi vida de hiel.

Y te vi ahí sentada,
quise amarte,
mas tu nombre
ahogó mi corazón,
ayer, vi tristeza en tus ojos,
oscuros, negros, hondos,
en ellos mi alegría se suicidó...

Y te vi ahí,
mustia,
flor de primavera,
perfume que embriaga, mata, engaña,
yo bebí de ti,
desgajé mi vida en letras
una a una te la di,
se secaron sin tu aliento
y morí todo en mí...

Te vi ahí,
ahora me pregunto,
por que no te ignoré?
cáliz que no sació mi sed,
brazos,
que a otro corazón arrullaron,
y en ti,
mis sueños nunca despertaron.

Te vi ahí,
inalcanzable,
en las estrellas,
mil veces
tu nombre dibujé,
y te dije adiós,
hoy te busco,
no estás donde yo,
amor que fue en el pasado,
amor que no existió.

rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados

viernes, 8 de enero de 2010

Cómo primavera.



Llegaste a mi en primavera,
cuando el viento frio, ya no era.
El sol troquelaba margaritas
en finas mariposas,
que en alegría revoloteaban
en rededor de un jardín de rosas.
En el viento se escuchaba
el trinar de las calandrias,
a la par con ellos, el corazón palpitaba.
Alegría desmedida
que del borde de tu boca
como agua en río desbordaba.
Qué inoportuna tu llegada,
mataste el invierno que mi a vida opacaba,
en mi rostro tus pupilas desmayaban,
lleno de tus brazos cual fina enredadera,
el corazón vívido de amar, a ti  entregaba.
Tus besos carmín, en mi se bañaban
mis manos mustias de oro se llenaban
al tocar de tus cabellos, cera blanca
fué tu rostro, en rededor todo alumbraba.
Más, te fuiste de mi, como verano en lluvia
mis ojos de tu ausencia se  inundaban,
y el viento,ese viento que de trinos se llenara,
de mis manos, olmo en otoño, tus caricias deshojaba.
Blanca ausencia en nieve congelada
es tu vida, vida por mi idolatrada,
tu recuerdo se dibuja en el fuego de mi hoguera
fuego de esperanza en una nueva primavera.

rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados