Yo digo:
Soy como la roca
a orillas del mar,
palabras amargas de agua salada
impactan mi rostro,
olas de fuerza inusitada
arremeten contra mi vida,
no me inmuto, sólo me sostengo.
Soy un muro, construido en vertical
caprichosamente a naturaleza,
nadie mis paredes logra escalar,
no existe escalera o cordel que sirva
para descubrir que hay detrás.
Más tengo vida,
y soy como la tortuga
de caparazón fuerte,
al mínimo ataque
se pierde en sus adentros,
se esconde, que nadie sepa su verdad,
sólo importa, el poder sobrevivir.
Pero, más allá de la roca,
está la playa, cubierta de arena blanca,
suave, relajante; donde la mar
calma su furia, y se refleja en suaves olas.
Detrás del muro,
Existe un jardín de flores.
todas llenas de colores,
perfumes que embriagan
e invaden el corazón,
ese que, aunque no le oyes
a tu oído grita:. ¡Te amo¡
Sin el caparazón,
Soy un ser indefenso, sensible,
al descubierto queda mi alma,
seres malvados pueden dañarla,
si en tus manos has de tomarla,
exclamaré. ¡Estoy a salvo¡
rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados
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