Hoy mi vida se vuelve al recuerdo
y el rincón en que nació mi tristeza
se dibuja en mí cual óleo,
frágil tela que se rompe
al caer en el abismo del ayer.
No existe luna
que alumbre mi noche, que se vuelve eterna.
Y el triste llorar de mis ojos
me recuerda tu nombre,
pincel que pintó mi vida,
marco, que fué el final de mi camino.
Donde mi vida comienza
es que mi corazón a latir se resigna,
agua que hace de mi un río,
y en agonía es que se estanca,
hacia la soledad que cubre el alma.
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Hoy recuerdo tu sonrisa,
y el ansia de mirarte una vez más
se hace tan grande e inmensa ,
como la noche en que vivo,
mi sueño se despierta
en ti, aún sin poder dormir.
En mi corazón,
tu nombre se confunde al decir...
Mis ojos son bruma
que cubre la vida que se enrolla,
en papel escrito en pluma
que guarda la desdicha de un día,
aquel día en que tu nombre
por última vez pronuncié.
Mi decir se desvanece,
es hasta tu vida
que mis palabras hacen eco,
no te encuentro en el camino
mi corazón en vano busca
el día que mi lengua,
de la miel al trono llegue,
con el ansia loca
de amar tu boca sin pudor ni descencia.
rafaelalizeero © Todos los Derechos reservados.
jueves, 5 de noviembre de 2009
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